La menor fue infectada por una bacteria llamada Neisseria meningitidis, comúnmente conocida como meningococo, que ataca principalmente a niños menores de 1 año y a adolescentes, la cual puede producir una enfermedad muy grave que puede presentarse como meningitis, bacteriemia, sepsis y meningococemia, con alto riesgo de secuelas graves e irreversibles, principalmente neurológicas, aunque en el caso de la niña fue solo meningococemia.
Es una enfermedad de aparición muy brusca, que no suele presentar síntomas previos, por lo cual el pediatra tiene que sospechar de su presencia apenas detecte fiebre y manchas en la piel que aparecen en las extremidades, conocidas como manchas petequias, son de color rojo vinoso, las cuales producen necrosis (muerte del tejido) lo cual puede llevar a la amputación.
La Argentina desde el 2015 incorporó al Calendario Nacional de Vacunación la inmunización contra la bacteria, que se aplica en bebés de tres a quince meses y un refuerzo a los 11 años.