Arrancó contando que el domingo a la madrugada “fue la última vez que lo vieron unos chicos que estaban reunidos en la zona y mi papá les pidió que le lleven a su casa porque se había roto las piernas jugando al fútbol, los jóvenes pensaron que era un chiste porque venía caminando”.
Asimismo remarcó que: “El vivía desde el año pasado solo y en el último tiempo yo le estaba trayendo a casa unas horas. El sábado no quiso quedarse a dormir después de haber pasado todo el día, él no estaba diagnosticado con ninguna enfermedad porque estaba en tratamiento”.