Repetto explicó que hoy a la mañana “se realizó una prueba de pirotecnia y estruendo para medir el impacto sonoro de cada artefacto. El objetivo es poder armar cuáles serán los permitidos que no superen los 90 decibeles y aquellos que estarán prohibidos y los comerciantes deberán sacar de sus góndolas”.
La concejal remarcó: “Creo que para la semana que viene debe estar saliendo la reglamentación, un paso que le corresponde al ejecutivo municipal para determinar cómo será nuestra ciudad libre de estruendos”.
Por último explicó que tras la prueba “pudimos lograr la conciliación, porque en un primer momento no se entendía si todo lo que se detonaba estaba permitido y junto al concejal Arrechea nos acercamos a los diferentes grupos y les explicamos de qué se trataba la prueba”.